29 de marzo de 2008

Memorias del Subsuelo - Dostoievski

"Un momento. Quiero expresarme con claridad. No es un problema de palabras. Lo notable de ventaja es que transforma todas las clasificaciones y tablas compuestas por los humanitaristas para felicidad del género humano,. Las ahuyenta, por decirlo así. Pero antes de dar nombre a esa ventaja, permítaseme comprometerme y declarar qué todos esos encantadores sistemas, todas esas teorías que explican al hombre cuál es su verdadero interés, de modo que al alcanzarlo se vuelva en el acto bueno, y noble, todas ellas no son, en mi opinión, otra cosa que estériles ejercicios de lógica. Sí, nada más que eso. Por ejemplo, proponer la teoría de la regeneración humana por la búsqueda de sus verdaderos intereses es, creo yo, casi como...bueno, como, decir, cual dice H.T. Buckle, que el hombre madura bajo la influencia de la civilización y se vuelve menos sanguinario y propenso a hacer la guerra. Para llegar a esta conclusión parece haber seguido un razonamiento lógico. Pero los hombres lo adoran los razonamientos abstractos y las sistematizaciones bien elaboradas, a tal punto, que no les molesta deformar la verdad, cierran los ojos y los oídos a todas las pruebas que los contradicen, con tal de conservar sus construcciones lógicas. Y yo diría que el ejemplo que he tomado aquí es en verdad flagrante. No hay más que mirar en torno y se verán derramamientos de sangre, y la sangre es derramada casi jugando, como si fuese champagne. ¡Ahí tienen a Estados Unidos, esa indisoluble unión, hundida hasta el cuello en la guerra civil! Ahí tiene la farsa de Schleswig-Golstein...
¿Y qué hay en nosotros que haya sido suavizado por la civilización? Afirmo que lo único que ésta hace es desarrollar en el hombre una mayor capacidad para experimentar una mayor variedad de sensaciones. Y nada, absolutamente nada más. Y gracias a ese desarrollo, es posible que el hombre puede todavía aprender a gozar con el derramamiento de sangre. ¡Pero su eso ya ha sucedido! ¿Se han dado cuenta, por ejemplo, de que los tiranos, mas refinados y sanguinarios, comparados con quienes los Atila y los Stenka Tazin equivalen a simples niños de coro, son a menudo exquisitamente civilizados? En realidad, si no resultan tan notables es porque hay demasiados de ellos, y porque se nos han vuelto demasiado familiares. La civilización ha hecho al hombre, si no siempre mas sediente de sangre, por lo menos mas furiosas, mas horriblemente sanguinario. En el pasado se veía justicia en el derramamiento de sangre, y se mataba, sin mayores remordimientos de conciencia, a aquellos a quienes se consideraban necesario matar. Hoy, aunque consideramos espantoso derramar sangre, seguimos haciéndolo, y en escala mucho mayor que hasta ahora. Se ha dicho que Cleopatra -y, por favor, perdónenme por este ejemplo de la historia antigua- sentía placer cuando clavaba agujas de oro en los pechos de sus esclavas, que se deleitaba con sus gritos y contorsiones. Podrán ustedes objetarme que esto sucedía en tiempo relativamente bárbaros; o quizá digan que todavía hoy vivimos en una época bárbara (también en términos relativos), que todavía se clava agujas a la gente y que aún hoy, aunque el hombre ha aprendido a tener más discernimiento que en tiempos antiguos, todavía debe aprender a seguir los dictados de su razón.
Ello no obstante, en los pensamientos de ustedes no cabe duda alguna de que lo aprenderá en cuanto se haya liberado de ciertas malas costumbres antiguas, y cuando el buen sentido y la ciencia hayan reeducado por completo la naturaleza humana, dirigiéndola por los caminos adecuados. Parecen estar seguros de que el hombre mismo abandonara sus extravíos por su propia y libre voluntad, y dejará de oponer su arbitrio a sus intereses. Más aún: dicen que la ciencia enseñará al hombre (aunque se me ocurre que esto es un lujo) que no tiene voluntad ni caprichos- que en verdad nunca los tuvo-, que es algo así como un teclado de piano o un pedal de órgano; que por otra parte, hay en el universo leyes naturales, y que todo lo que le ocurre sucede fuera de su voluntad, por sí mismo, como si dijéramos, en consonancia con las leyes de la naturaleza. Por lo tanto, lo único que queda por hacer es descubrir esas leyes y el hombre ya no será responsable de sus actos. Entonces la vida resultará en verdad fácil para él. Todos los actos humanos serán incorporados, por medio de una lista, a algo así como tablas de logaritmos, digamos hasta el número 108.000, y trasladaos a un almanaque. O mejor aún, aparecerán catalogados destinados a ayudarnos tal como hacen los diccionarios y las enciclopedias. Contendrán detallados cálculos y pronósticos exacto de todo lo que vendrá, de modo que ya no sean posible en este mundo las aventuras ni la acción.
Y entonces -ustedes son quienes hablan- surgirán nuevas relaciones económicas, relaciones hechas de medida y calculadas de antemano con precisión matemática, de forma que en el acto desaparecen todos los problemas posibles, porque todos reciben las soluciones posibles. Y entonces se levantará el utópico palacio de cristal; y entonces...bueno, la vida será eterna bienaventuranza.
Por supuesto, ni pueden garantizar (ahora hablo yo) que eso no resulte espantosamente aburrido (¿pues qué se podrá hacer cuando todo esté predeterminado por almanaques?). Pero, por otra parte, todo estará planeado en forma muy razonable.
Pero es posible que uno haga cualquier cosa de puro tedio. Por aburrimiento se clava agujas de oro a la gente.(...)"

Fragmento de:
"Memorias del subsuelo" - Fedor Dostoievski
Publicado en 1866

3 comentarios:

algonomade dijo...

uff, mujer que pedazo de libro, me gusto tu blog.saludos

emimx dijo...

son limados los libros de ese autor.

Sr Naranja dijo...

Si comparamos ''memorias...'' con los hermanos karamazov, Dostoievski es totalmente otra persona. El dolor y el sufrimiento el logro convertirlo en algo util y aprender de eso (todos deberiamos hacerlo), volverse mucho más inteligente o sabio como se ve en el personaje de Alexei Karamazov.

Él marco una linea y un camino a seguir que muchos escritores continuaron como Sabato, Hesse y muchos más. Pocos captaron verdaderamente el concepto dostoievskiano, a pesar de la vida de mierda que tuvo, se hizo mas fuerte y maduro.

Siempre pienso que el arte es la salvacion para todos.