
Me pregunto por qué las relaciones humanas son tan complicadas...
¿Por qué esa necesidad de poseer al otro, de dominarlo, de destruirlo?
¿Por qué constituímos así al deseo?
¿O el deseo es así y nos constituye?
¿El deseo nos constituye a destruir a otro?
Decía Cortázar... "Y por eso se le ocurría ahora lo que a lo mejor debería habérsele ocurrido al principio: sin poseerse no había posesión de la otredad, ¿y quién se poseía de veras? ¿Quién estaba de vuelta en sí mismo, de la soledad absoluta que representa no contar siquiera con la compañía propia, tener que meterse en el cine o en el prostíbulo o en la casa de los amigos o en una profesión absorbente o en el matrimonio para estar por lo menos solo-entre-los-demás? Así, paradójicamente, el colmo de soledad conducía al colmo de gregarismo, a la gran ilusión de la compañía ajena, al hombre solo en la sala de los espejos y los ecos." (Capítulo 22 - Rayuela)
Creo, abandonando un poco las preguntas y las citas de otros... entre tantos otros exigiendo es díficil poseerse a uno mismo... Pero... la soledad... los otros como espejos... la dialéctica de Hegel... el perderse en otro para encontrarse uno... eso también es difícil...
(Perdón, dear Julio por tantos puntos suspensivos. Todavía los quiero demasiado como para dejarlos ir... Todavía soy, tal vez, demasiados puntos suspensivos como para definirme en un punto final.)